¿EXISTE LA MONTAÑA?
Performative conference
Text, HD video, LED programmable sign, soil, humidifier and backpack-speakers
16' 46''
2020
En 2003 el Centro de Ciencias Cognitivas de la Universidad de Buffalo publicó Do mountains exist? Towards an Ontology of Landforms, un artículo que se preguntaba acerca de la realidad ontológica del concepto de montaña. Según se argumentaba, los límites del término son tan amplios y vagos que la lógica podría llegar a cuestionar su fisicidad debido a la imposibilidad de delimitar unos márgenes claros.
¿Existe la montaña? se pregunta qué pasaría si aceptáramos tal asunción y planteáramos la montaña como ente transitorio, indeterminado e incluso inexistente. Proponiendo un experimento mental más radical: si aceptáramos que la montaña es una alucinación colectiva, ¿cuál habría sido entonces el verdadero reto de Fitzcarraldo al transportar un barco de 320 toneladas a través de la selva amazónica si no hay montaña que atravesar?; ¿cuál habría sido la reacción de Edmund Hillary y Tenzing Norgay si, al llegar al pico más alto de La Tierra, se hubieran dado cuenta de que la montaña nunca ha existido?; ¿cómo se ejecutaría un acto heroico sin nada que conquistar?
Recurriendo a la lectura, el diálogo y el discurso, ¿Existe la montaña? es un intento de consenso con lo intangible, lo inútil, lo imposible de definir y la necesidad de convivencia con realidades que no podemos abarcar. Porque, a fin de cuentas, nombrar es querer contener; nombrar es querer conquistar.
Un proyecto en colaboración con Carlos Aparicio
¿EXISTE LA MONTAÑA?
Performative conference
Text, HD video, LED programmable sign, soil, humidifier and backpack-speakers
16' 46''
2020
En 2003 el Centro de Ciencias Cognitivas de la Universidad de Buffalo publicó Do mountains exist? Towards an Ontology of Landforms, un artículo que se preguntaba acerca de la realidad ontológica del concepto de montaña. Según se argumentaba, los límites del término son tan amplios y vagos que la lógica podría llegar a cuestionar su fisicidad debido a la imposibilidad de delimitar unos márgenes claros.
¿Existe la montaña? se pregunta qué pasaría si aceptáramos tal asunción y planteáramos la montaña como ente transitorio, indeterminado e incluso inexistente. Proponiendo un experimento mental más radical: si aceptáramos que la montaña es una alucinación colectiva, ¿cuál habría sido entonces el verdadero reto de Fitzcarraldo al transportar un barco de 320 toneladas a través de la selva amazónica si no hay montaña que atravesar?; ¿cuál habría sido la reacción de Edmund Hillary y Tenzing Norgay si, al llegar al pico más alto de La Tierra, se hubieran dado cuenta de que la montaña nunca ha existido?; ¿cómo se ejecutaría un acto heroico sin nada que conquistar?
Recurriendo a la lectura, el diálogo y el discurso, ¿Existe la montaña? es un intento de consenso con lo intangible, lo inútil, lo imposible de definir y la necesidad de convivencia con realidades que no podemos abarcar. Porque, a fin de cuentas, nombrar es querer contener; nombrar es querer conquistar.
Un proyecto en colaboración con Carlos Aparicio