P.R. II es el segundo intento por abstraer los aspectos formales que la Piedra Rosetta posee. Mi interés en la pieza original reside en sus matices simbólicos y lingüísticos. Por un lado, la piedra es un texto en sí misma, un grupo de traducciones que ayudó a decodificar el lenguaje simbólico de los jeroglíficos. Me interesa tal suceso en relación al relativismo lingüístico formulado en la teoría Sapir-Whorf, que sostiene que un idioma concreto puede intervenir en la manera en la que la realidad es percibida. Por otro lado, la piedra se ha convertido en un símbolo histórico, una atracción turística, hecho generado mediante la incorporación de significados culturales y políticos ejercidos por las sociedades sucesivas a la piedra en sí misma.

En este caso, he usado esmalte sobre madera, creando una especie de elemento escenográfico. Por un lado se representa la imagen; por el otro, la estructura, el intento de un tabla por convertirse en la representación de una piedra.